Por Diego Durruty

Una vuelta récord en clasificación y una verdadera demostración de manejo, para quedarse con la victoria en el Gran Premio de Mónaco. De esa manera, el inglés Lewis Hamilton decidió rendirle tributo a su amigo “NikiLauda, quien falleció hace siete días, a los 70 años. “Es para ti, ‘Niki’”, dijo el quíntuple campeón mundial, quien durante todo el fin de semana monegasco se mostró compungido por la desaparición de quien lo convenció de sumarse a Mercedes.

Después de dominar los dos primeros entrenamientos, Hamilton no dejó a dudas de su intención de ganar en las calles de Montecarlo con su 85ª pole position, que tuvo un condimento extra: el 1m10s166/1000 que le permitió bajar en 644/1000 la plusmarca que había establecido en 2018 el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).

Condimento

A Hamilton no le resultó sencilla la victoria que consiguió en la sexta cita de la temporada; y eso le aportó más emotividad al homenaje a Lauda. Aunque mantuvo en la punta en la partida, debió soportar durante la mayor parte de la carrera la presión del holandés Max Verstappen (Red Bull), quien tras largar tercero superó al finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) en los boxes en una temprana detención de los líderes por una neutralización motivada por la rotura de una goma del monegasco Charles Leclerc (Ferrari). Ese sobrepaso, con toque incluido, provocó una penalización de cinco segundos a Verstappen. Pese al recargo de tiempo, el holandés no se desanimó y presionó al líder vuelta a vuelta. Sin embargo, Hamilton se las arregló -aunque en la comunicación radial con su equipo decía lo contrario- para mantener la diferencia con su temperamental escolta, que osciló entre las 7/10 y el segundo, en una batalla que puede compararse con aquella que tuvieron el brasileño Ayrton Senna (McLaren) y el inglés Nigel Mansell (Williams) en 1992. Así logró su cuarto triunfo del año y extendió su dominio en el campeonato con 17 puntos de ventaja sobre Bottas.

Completaron el podio el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) -quien de esta manera salvó el honor de la Scuderia tras el desastre de la clasificación- y Bottas. Mientras que Verstappen quedó en la cuarta posición por la sanción.

“Es la carrera más dura que haya tenido. Estuve luchando con el espíritu de ‘Niki’… Él influyó mucho en nuestro equipo para ser lo que somos hoy. Realmente lo extrañamos… Sé que mirará hacia abajo y se quitará el sombrero. Intentaba mantenerme concentrado y hacer que se sintiera orgulloso”, dijo Hamilton, que lució un casco con los mismos colores del que usaba el austríaco, tras un triunfo que quedará en la historia.